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Qué te viene a la mente cuando piensas en un desierto? ¿Calor, arena,
piedras, cactus? Es cierto, todo eso existe, pero es MUCHO más que eso.
De hecho, caminar por un desierto al amanecer o atardecer y ver las
formas de cada planta, los nidos de pájaros en medio de un espinoso
cactus, el sol reflejando luces amarillas y naranjas es una de las
experiencias más misteriosas y bellas. Ahora imagina que estás en un
lugar así y te llevaremos por diferentes aspectos desde su formación
hace millones de años hasta aprender acerca de cuales son los tipos de
desiertos que existen en México, su flora y fauna, usos, amenazas y
estrategias de conservación.
La formación de los desiertos responde a cambios en clima, ciclos de
humedad y sequía combinados con distintas fenómenos geológicos como
choques de continentes, surgimiento de montañas o explosión de volcanes
a lo largo de miles y hasta millones de años. La combinación de estos
elementos produce el ecosistema llamado desierto que a nivel mundial ha
sido clasificado según la cantidad de lluvia que cae en promedio en un
año. Los extremadamente áridos tienen por lo menos 12 meses
consecutivos sin lluvia (Qaidam en China, Sahara en Medio Oriente), los
semi-áridos tienen entre 250 – 500 mililitros (entre 1/4 y ½ de tasa de
agua al año) y los áridos menos de 250 mililitros al año. En México
predominan los áridos y semi-áridos y muy distinto a lo que en general
se piensa, están llenos de vida con plantas y animales con interesantes
estrategias para nacer, crecer y reproducirse con clima extremo de
calor y frío y con la poca agua que hay disponible. La lluvia cae por
diferentes capas del suelo quedándose atrapada en alguna de ellas para
formar pozos de donde la toman los animales y las personas que viven
por ahí. En otras ocasiones se forman ríos que corren con agua por
algunos días y después se secan el resto del año.
En México siempre han existido desiertos, a diferencia de otros
ecosistemas (como las selvas húmedas o bosques) que han surgido más
recientemente, lo cual los hace sitios muy antiguos y estables, es
decir, que no han tenido cambios drásticos en los últimos 50 millones
de años. Gracias a esta característica plantas y animales han tenido
tiempo y oportunidad para evolucionar y adaptarse a las difíciles
condiciones a lo largo de miles y millones de años.
Otro dato interesante en cuanto a desiertos en México es que tienen una
topografía muy variada, habiendo sitios muy planos con pastizales como
en grandes regiones de Chihuahua, otras regiones con dunas de arena
como el Desierto de Altar en Sonora o Cuatrociénegas en Coahuila y
otros con escarpadas laderas de montañas lo cual resulta en que puedan
existir muchas especies diferentes de plantas y animales. Por ejemplo,
en el desierto existen aproximadamente 6,000 especies de plantas,
mientras que las selvas húmedas, que dan la impresión de gran variedad
y exhuberancia, “solo” tienen 5,000 especies. Este dato ayuda a
quitarnos la idea de que los desiertos son “desiertos”.
Dos de las grandes regiones de desiertos en México son el Desierto
Chihuahuense y el Sonorense. El primero abarca desde Hidalgo, Querétaro
y Guanajuato hasta Chihuahua, Coahuila y Nuevo León. La zona es
desértica porque esta rodeada por tres cadenas montañosas; al este la
Sierra Madre Oriental que detiene la humedad del Golfo de México, al
oeste la Sierra Madre Occidental que detiene humedad del Pacífico y
Golfo de California y al norte (aunque más lejanas) las montañas
Rocallosas del lado estadounidense. Estas cadenas de montañas forman
una especie de gigantesco triángulo de tierras con muy pocas lluvias en
donde se han desarrollado plantas y animales que han aprendido a lo
largo de milenios a sobrevivir en el desierto. En este desierto se
encuentran plantas de poca altura y con mucho espacio entre una y otra
planta. En medio del desierto también hay algunos picos o montañas que
tienen bosques de pino y clima templado (frío), a estas zonas se les
llama “islas del cielo” porque parecen islas en medio de un mar enorme,
solo que en lugar de agua hay arena y cactus. Un sitio así es la región
de Maderas del Carmen (Coahuila), Cañón de Santa Elena (Chihuahua), el
Cielo (Tamaulipas) justo en la frontera con Estados Unidos. Resulta
interesante que hasta hace 10,000 años toda esta región tenía grandes y
hermosos lagos. Después se transformó en un bosque de pinos y encinos
durante la glaciación y posteriormente (hace 3,000 años) predominó la
vegetación tropical seca. Muchas de las especies que existieron como
elefantes, mastodontes, camellos, llamas y tigres diente de sable
desaparecieron debido al cambio en el clima y no lograron adaptarse.
Otros como el berrendo se refugiaron en zonas aisladas y formaron
poblaciones existentes a la fecha. Todo lo anterior se conoce al
encontrar fósiles y estudiarlos.
Esta combinación de cambios a lo largo de millones de años dan paso a
que existan sitios con suelos, plantas y animales endémicos. Un sitio
así es Cuatrociénegas en la parte central de Coahuila en donde un suelo
de yeso muy singular llamado gypsófilo forma dunas de arenas únicas en
el mundo que sostienen 6 especies de plantas endémicas. Al lado de
estas dunas se encuentran más de 200 manantiales de agua dulce que al
brotar forman pozas, ríos y lagunas cada una con colores
indescriptibles de tonalidades en azules y verdes transparentes. Todo
esto en medio del desierto.
El Desierto Sonorense también es un lugar de enorme belleza e
importancia nacional e internacional; se caracteriza por la presencia
de cactus de gran altura como el saguaro o las pitayas. Crecen altos y
a veces muy juntos por lo que forman verdaderos bosques de cactus. Este
desierto incluye extensas regiones de los estados de Sonora, Baja
California, Baja California Sur y parte de Sinaloa. Un sitio de gran
belleza dentro del desierto Sonorense es la región de El Pinacate y
Gran Desierto de Altar, en donde hay 10 cráteres y más de 400 conos
volcánicos que dan un aspecto lunar al terreno; de estos cráteres fluyó
lava y ceniza hace miles de años formando cerros de piedra volcánica
quedando una capa de suelo color negro que contrasta de forma muy
hermosa con el tono verde de los cactus y matorrales. También existe un
“mar” de dunas de arena dorada que se elevan por sobre los 10 metros
adquiriendo distintas formas de acuerdo a los vientos y lluvias que las
mueven. Las temperaturas máximas sobrepasan los 50° C y las mínimas son
por debajo de los 0°C. Aún con estas condiciones extremas son capaces
de vivir en este lugar aproximadamente 500 distintas especies de
plantas, 41 especies de mamíferos, 237 especies de aves y 40 de
reptiles. Otra zona que no puede dejar de mencionarse es El Vizcaíno en
Baja California Sur siendo una zona extensísima de desierto (2.5
millones de hectáreas) en la península entre dos mares, el Golfo de
California y el Océano Pacífico. Este hecho lo hace único al tener
contrastes entre el desierto y el mar; dunas de arena y vegetación
halófita (plantas que existen en zonas de aguas someras o bajas, con
altas tasas de evaporación y por lo tanto alta salinidad) con lagunas
costeras y manglares. Ahí están las lagunas, como la de Guerrero Negro
a las que llegan cada año las migraciones de ballena gris. Al centro de
este inmenso desierto se encuentran varias cadenas montañosas, como las
Sierras San José y Santa Clara, encerrando miles de años de historia
geológica, artística (pinturas rupestres) y cultural (misiones y
fuertes) aún por terminar de descubrir.
Existen culturas milenarias que lograron vivir y adaptarse al desierto
como son los grupos seris, pimas, mayos, o´dham y yaquis en Sonora y en
Baja California los kiliwas, cochimies y guaycuras. Desafortunadamente
varios de estos grupos se han dispersado e inclusive desaparecido
llevando con ellos miles de años de conocimientos acerca del desierto y
sus misterios. De los grupos aún existentes hay mucho que aprender.
En promedio 700 mm es lo que llueve en un desierto mexicano al año.
¿De que nos sirven los desiertos? Es decir, ¿de qué servicios ambientales nos provee?
El servicio ambiental más cercano a nosotros es la generación de bienes
como maderas, fibras y alimentos provenientes de distintas especies de
plantas y animales del desierto. Los desiertos además amortiguan
inundaciones ya que al mantenerse estable la vegetación, permite que se
filtre de manera adecuada el agua de lluvia. La generación y renovación
de suelos también se lleva a cabo en el desierto así como en otros
ecosistemas; es decir que el proceso natural de nacimiento, muerte y
descomposición de plantas y animales genera y mantiene los suelos. Solo
en estado natural y sin alteraciones importantes podrá el desierto
proveer otros servicios ambientales como la polinización, dispersión de
semillas y el mantenimiento de la información genética de plantas y
animales.
Estos son algunos de los animales y plantas que existen en las zonas
desérticas de México, sin olvidar que cada desierto tiene sus
particularidades y especies que no son idénticas para cada uno:
Mamíferos: Lince, puma, jaguarundi, tigrillo, zorra gris, coyote, borrego cimarrón.
Reptiles: Iguana negra, iguana verde, camaleón, chuckwalla, serpiente coralillo.
Aves: Pájaro carpintero, colibrí barba negra, papamoscas cenizo.
Anfibios: Rana leopardo y sapo de espuelas.
Peces: Pez pupo cachorrito del desierto y pez espada de Cuatrociénegas.
Plantas: Yuca, ocotillo, sahuaro, cardón, lechugilla, nopal,
mamilarias, maguey, gobernadora, palo fierro, mezquite, cholla, salvia,
jojoba, etc.
Para encontrar listados completos de flora y fauna puedes consultar www.conabio.gob.mx
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