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Amenazas
El desierto siempre tiene y tendrá situaciones críticas en cuanto a la disponibilidad del agua. La escasez de este líquido para el consumo humano hace que la gente y los ecosistemas entren en competencia por el vital recurso. Las plantas y los animales del desierto están adaptados para aprovechar el agua al máximo y hasta llegar a vivir sin ella cuando no cae lluvia. Sin embargo, los humanos no podemos lograr esa adaptabilidad por lo que en muchas ocasiones se desvía agua de sus flujos naturales para consumo doméstico, riego agrícola y uso industrial. Un ejemplo es el río Colorado que nace en las montañas Rocallosas de EEUU y entra a México entre Baja California y Sonora y desemboca en el Golfo de California. Durante miles de años fue un río de un caudal enorme y con su aportación de agua dulce al desierto de Sonora permitía la existencia de numerosas especies. Al poblarse dicha región aumentó la necesidad de agua, se construyeron numerosos canales, presas y sistemas de riego que disminuyeron el caudal a tan solo un riachuelo y se perdieron incontables especies que dependían de esa agua. Además a lo largo de estos procesos de usos agrícolas e industriales se generaron contaminantes limitando ahora la posibilidad de usar ese río adecuadamente.

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 Algunas comunidades han intentado emprender actividades productivas como la agricultura y la ganadería que simplemente no dan resultados con el clima y los suelos del desierto. No son sitios con esa vocación. Se requiere de alto nivel de inversión en sistemas de riego para lograr una agricultura de riego para producir algodón, trigo y alfalfa entre otros. Sin embargo esto se logra a costa de la eliminación del ecosistema.

La erosión es el proceso por el cual se pierden los suelos y sus nutrientes provocando que no puedan crecer ni desarrollarse las plantas necesarias para el funcionamiento del ecosistema. La erosión en el desierto responde a muchas causas empezando por el sobre – pastoreo ya que el ganado se come la cubierta vegetal (gramíneas, hierbas) y al venir las lluvias torrenciales o vientos arrastran el suelo descubierto de vegetación y arrasan todo a su paso dejando piedras y rocas descubiertas sin posibilidad de regenerarse.

Las comunidades asentadas en lugares desérticos requieren de sitios para el desecho humano y en general se recurre a las fosas sépticas o sistemas de drenaje. El problema está en la mala planeación de cualquiera de estos sistemas provocando que las fosas sépticas se filtren y contaminen el subsuelo y/o que los sistemas de drenaje capten los deshechos pero al final los descarguen en ríos, lagos e inclusive en el mar.

La sobre-carga de turismo también puede ser una amenaza al ecosistema ya que si se presentan números incontrolados de visitantes y no se tienen regulaciones para dichas visitas, se generan problemas como basura, contaminación por deshechos orgánicos, extracción no autorizada de especies y deterioro al ecosistema por la cantidad de gente que impacta sitios de alta fragilidad.

La cacería de subsistencia está permitida bajo ciertos lineamientos, sin embargo, persiste en muchos sitios la cacería ilegal o furtiva la cual provoca desbalances en el ecosistema al interrumpir los ciclos naturales. Las especies del desierto que han sido más impactadas por esta actividad ilegal son el oso negro, águila real, puma, zorra gris, venado bura y el guajolote silvestre.

La extracción de cactus u otras plantas o animales de su medio natural es un delito federal que poco a poco ha ido disminuyendo pero aún persiste. La venta ilegal de cactus ha sido una amenaza fuerte para los ecosistemas desérticos, ya que interrumpe los ciclos naturales de reproducción y crecimiento provocando la extinción de muchas especies. Los usos que se dan a estos cactus son desde ornamentales hasta la extracción de sustancias medicinales. En sentido opuesto también resulta muy dañina la introducción de especies exóticas (que no son originales del sitio) a los desiertos; es decir dejar en libertad plantas o animales (que no pertenecen a la zona) como casuarinas, pastos, gatos, cabras y perros porque entran en competencia por alimento y refugio con las especies nativas. En muchas ocasiones ganan la batalla y desplazan a las plantas y los animales del desierto, rompiendo así el balance natural. La introducción descontrolada de ganado u otros animales al desierto resulta en pocos beneficios para las comunidades y en mucha destrucción al ecosistema.

La sobre-explotación de especies es también una amenaza ya que al utilizar más de lo que naturalmente se regenera resulta en su destrucción. Por ejemplo, la planta llamada candelilla en el Desierto Chihuahuense se utiliza para extraer cera. El problema es que se le extraen partes importantes (hojas, tallo) o se arranca completamente por falta de técnicas adecuadas; en general no es necesario arrancar toda la planta para poder aprovechar su cera. Las técnicas inadecuadas provocan que muera en lugar de permitir que se regenere y siga produciendo.

La minería es una actividad que es difícil de armonizar con el desierto pero es ahí en donde hay minerales de gran utilidad para todos. El problema radica en la forma destructiva en la que se ha llevado a cabo, arrancando grandes extensiones de áreas y destruyendo todo a su paso. La industria minera además vierte sustancias altamente contaminantes durante el proceso de extracción, las cuales pueden quedar en la superficie o filtrarse al subsuelo a los mantos acuíferos y así contaminarlos por muchos, muchos años. Visitar un sitio que ha sido explotado por sus minerales es desolador, especialmente si no tiene algún tipo de restauración y hay basura con restos de maquinaria abandonada.

Muchas de estas actividades son abandonadas después de algunos años de esfuerzos ya que no presentan mayores beneficios económicos o porque se agotan los recursos; pero desafortunadamente en el intento se desmontan áreas de desierto que tomarán cientos de años en recuperarse.

Algunas de las actividades descritas anteriormente, en lugar de continuar con patrones de destrucción se pueden transformar en actividades sustentables si se utilizan tecnologías adecuadas y con regulaciones para dejar de ser un problema y lograr un beneficio económico sin sacrificar los recursos naturales.