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La flora y la fauna de las selvas secas es sumamente interesante por
las adaptaciones que han tenido que realizar los seres vivos para
desarrollarse de acuerdo a los regímenes de lluvia y sequía de este
ecosistema.
Flora
Si comparamos a las selvas secas (o sub-húmedas) con las selvas
húmedas, observaremos que en cuanto a diversidad de especies, las
selvas secas se encuentran muy por debajo. Por ejemplo, en una
superficie de 1 a 3 hectáreas en una selva seca se encuentran de 35 a
90 especies de árboles, mientras que en las selvas húmedas encontramos
de 50 a 200 en la misma superficie. Sin embargo, su aislamiento, su
variedad topográfica (cimas y cañadas), su extensión, y la existencia
de refugios de épocas milenarias (del Plioceno hace 5 millones de años
y el Pleistoceno hace 2 millones de años) como parte de su historia
geológica las ha llevado a ser el hogar de un altísimo número de
especies que únicamente se encuentran en estas selvas y en ciertas
regiones específicas dentro de ellas (especies endémicas). Es por esto
que la existencia de especies únicas o endémicas en las selvas secas es
mucho mayor a las de las selvas húmedas que son más constantes en
cuanto a sus condiciones y distribución.
La vegetación de las selvas bajas caducifolias es muy rica en especies,
especialmente de plantas con flor (angiospermas) del grupo de las
leguminosas, parientes del fríjol y la haba. Otra planta característica
es el “torote” o “copal”, las cuales en la cuenca del Balsas están
representadas por muchas especies. Los aceites de estas plantas son
utilizados para diversos fines como inciensos y aceites esenciales como
el lináloe, conocido por el bello aroma de las cajas de Olinalá. Sus
troncos son gordos y brillosos y muchas veces se descarapelan.
En las selvas secas se encuentran también representantes de otros
grupos vegetales como helechos acostumbrados a sequías, especialmente
en taludes rocosos o dentro de cañadas. Existen también algunas
especies de musgos y algunas de hongos, especialmente que crecen sobre
troncos. Sin embargo estos grupos están poco representados. En cuanto a
las gimnospermas (coníferas, como los pinos y afines) es posible
encontrar, como especies raras, algunas cicadáceas, que son plantas
semejantes a palmas considerados “fósiles vivientes” al tener su origen
en el período Mesozoico. Sin embargo los grupos mencionados no son lo
más representativo de las selvas secas y su presencia varía según las
condiciones del medio y la presencia de cañadas o refugios.
Lo que caracteriza a las plantas en estos sitios es su capacidad de
adaptación a las condiciones de clima y de estacionalidad en las
lluvias, con temporadas de sequía prolongadas y con suelos rocosos y
poco profundos. La falta de lluvia durante todo el año hace que muchas
plantas se vuelvan “evasoras de la sequía” a través de la pérdida de
hojas. Con este mecanismo se evita que haya daño permanente en la
planta; aunque durante la sequía al no tener hojas tampoco hay
fotosíntesis lo que se traduce en que tampoco hay crecimiento.
En algunos casos, las selvas secas son vecinas de selvas húmedas. En
sus fronteras encontramos elementos de transición como las selvas
medianas en las que viven árboles de mayor tamaño. Estas confluencias
entre selvas secas, sub-húmedas y húmedas permiten el flujo de especies
de una selva a otra, especialmente de mamíferos que entran a las selvas
secas en busca de alimento durante la época de lluvias. Sin embargo,
durante la sequía estas especies regresan a sus refugios en las selvas
húmedas pues no están adaptados para sobrevivir en extrema sequía o
para defenderse de otras especies agresivas.
Fauna
Por lo general las selvas secas son ricas en especies de fauna,
especialmente de insectos y arácnidos. Esto es especialmente cierto en
las regiones aisladas de las selvas secas, que han perdido contacto con
las selvas húmedas u otros tipos de vegetación. Los expertos en los
diversos grupos faunísticos han reportado 24 especies únicas de
mariposas en la vertiente del pacífico y la depresión del Balsas .
También, en esta región se encuentra la mayor diversidad de alacranes
de México, uno de los cuales llega a medir hasta 20 centímetros de
largo. También en esta región se encuentra la mayor diversidad de
arañas con 311 especies tan solo en Guerrero .
La diversidad de anfibios y reptiles en las selvas secas es también
importante, En las cañadas húmedas es posible encontrar ranas
arborícolas perfectamente camuflageadas a las hojas de las plantas.
También encontramos culebras constrictoras como la boa y serpientes
arborícolas. Existen también iguanas verdes y negras. Sin embargo,
probablemente el reptil más representativo de las selvas secas es el
“escorpión” o “monstruo de gila” el cual es uno de los dos únicos
saurios venenosos en el mundo y que se alimenta de huevos de aves e
iguanas durante las épocas lluviosas. Durante las secas se esconde en
grietas de troncos y rocas y permanece en estado inactivo.
En cuanto a las aves, las selvas sub-húmedas son menos diversas que las
húmedas dada la limitación de agua. Sin embargo, en ciertos tipos de
vegetación contenida dentro de ellas, como la selva subcaducifolia y la
selva baja caducifolia, se dan especies únicas en el mundo y en ese
sentido son muy diversas. Las selvas sub-húmedas de México contienen el
36% de todas las aves endémicas del país. México está entre los 10
países con mayor riqueza de aves endémicas lo cual en gran medida es
debido a la existencia de las selvas secas o sub-húmedas. Algunos
ejemplos representativos son el loro cabeza amarilla, la guacamaya
verde y la chara pinta. Desgraciadamente muchas de estas especies de
encuentran en peligro de desaparecer por la tala de las selvas y su
venta ilegal como mascotas.
Como en otros grupos, la diversidad de mamíferos de las selvas secas no
es tan alta como en las selvas húmedas, pero el número de especies
endémicas si es mayor. Esto es especialmente notorio en zonas aisladas
de selva seca en la que las interacciones con otros tipos de vegetación
están ausentes. Los mamíferos de estas zonas son mayormente pequeños
entre los cuales están los roedores y muchos carnívoros. Sin embargo,
en zonas de selva extensa en la que hay interacción con otros
ecosistemas, es posible encontrar venados cola blanca y felinos como el
puma. Este es el caso de la Sierra de Huautla en Morelos y Guerrero.
Cada uno de estos animales cumple una función en el ecosistema. Existen
los animales herbívoros, los que comen semillas y las dispersan,
murciélagos que comen néctar y diseminan el polen entre las plantas,
así como animales que comen frutas. También es posible encontrar
especies carroñeras como el zopilote o el cara-cara, que es una enorme
ave carroñera.
La fauna y flora más característica es:
Mamíferos: Jaguar, puma, ocelote, jaguarundi, coatí, zorrillo, mapache,
ratón de campo, ardilla, pecarí de collar, venado, liebres, armadillo,
tlacuache (marsupial), murciélagos.
Reptiles: Monstruo de gila, víbora de cascabel, coralillo, lagartijas,
iguana negra, iguana verde, culebras ratoneras, culebras arborícolas,
falsa coralillo.
Aves: Cara-cara, halcón, charas, gorreón, palomas, calandrias,
mosqueros, pico grueso, carpintero, chachalacas, colibríes, urraca.
Insectos: Mariposas, escarabajos, libélulas, chinches, chapulines, gusanos.
Arácnidos: Escorpión, alacrán, tarántula, vinagrillos.
Plantas: Palma real, amaranto, nanche, árbol primavera, cedro rojo,
acacias, burseras, pasiflora, palo verde, guaje rojo, árbol guapinol.
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